¿Por qué la Misa? ¿Por qué celebramos la Misa?
La respuesta es bastante simple, porque Cristo nos ordenó que lo hiciéramos. La Misa es el sacramento del sacrificio de Cristo en el Calvario, ofrecido una vez en el tiempo, pero ofrecido eternamente en la liturgia celestial de la cual nuestra Misa terrenal es una participación. (cf. Hebreos 12:22-24)
La Misa es un sacrificio - su cuádruple propósito.
Como católicos bautizados, nuestra más grande y suprema dignidad es la de participar en el sacrificio eucarístico de Cristo al Padre. Que pobreza espiritual y terrible es que más católicos no sepan cuál es el propósito o los fines de la Misa. La Misa no es un servicio de adoración, sino un sacrificio, la forma de adoración más elevada y suprema que podemos ofrecer a Dios. Y cuando realmente participamos en la Misa, Cristo une la ofrenda que hacemos de nosotros mismos a Su Ofrenda eterna al padre en un sacrificio perfecto de adoración, acción de gracias, expiación y petición-el cuádruple propósito de la Misa.
El Gloria que los ángeles nos guían en proclamar nos recuerda estos cuatro fines: